No olvidaré nuestra primera salida de campo juntos. Con el valor de la ignorancia en esos tiempos de estudiante, me hablaste de un geranio a buscar en algunos roquedos perdidos y allí fuímos. Una jornada fue suficiente para apreciar tu pasión por todo aquello que nos rodea. Un gran profesor, de esas personas que tan injustamente nos son arrebatadas antes de tiempo, nos decía "deben ver más allá de los elementos, deben llevar puestas las gafas de ver sistemas ambientales, de ver procesos". No era el geranio, era el hábitat lo que había que buscar, sus condiciones, allí es donde debía aparecer esa bella planta. Y así fue.
Precisamente ese es el verdadero tesoro de este rincón virtual, al que volver una y otra vez. Todo lo que hay detrás de cada palabra, de cada descripción, de cada foto. Todo tiene un sentido, y todo hecho desde la pasión del que lo disfruta y lo comparte.
Tengo la gran suerte de poder considerarme tu amigo. Y a ti, junto a Miguel, os debo gran parte de lo que siento cada vez que me aproximo al mundo natural. Por todo ello, gracias. Por compartir más naturaleza y porque sigamos aprendiendo de cada elemento, de cada proceso.

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